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Análisis del desarrollo de la Psicología en México hasta 1990. Con una bibliografia in extenso.

Edgar Galindo


Dictamen

Manuel Calviño dictaminó:

Con esmero de artesano el Dr. Edgar Galindo ha desandado voluminosos caminos bibliográficos de un modo de hacer, pensar y creer en la Psicología que por espacio de treinta y un años (en los demarcadores temporales que el autor se situa como propósito: se analizan “únicamente los trabajos de investigación y de aplicación publicados entre 1959 y 1990”) se identifica como “La Psicología en México”. Cualquier lector, aún desde la distancia vinculado a la temática, concordaría con el autor en la existencia de un vacío importante en lo que se refiere a la investigación y sistematización bibliográfica de la psicología que durante años han hecho crecer centenares de especialistas mexicanos. En este sentido todo los estudioso y estudiantes debemos al Dr. Galindo un merecido agradecimiento. Como el mismo señala “cualquier análisis serio sobre la historia de la psicología en México exige como condición necesaria un conocimiento preciso de las obras publicadas en un periodo determinado”. El autor pone en nuestras manos el resultado de una revisión-investigación de “1276 títulos, es decir, el 92% de las obras que forman parte de la bibliografía” que anexa en su trabajo.

Ideas claramente expresadas y sustentadas en comprensibles sustentos nos dan una visión positiva y optimista de lo que aconteció, de lo que acontece y, en la perspectiva, de lo que acontecerá con la Psicología en las tierras que otrora germinara una de las más avanzadas culturas del universo. Escrito extenso que asume el humilde y grandioso rol de narrador como para que “nada ni nadie quede olvidado”.

El haber vivido relativamente de cerca el periodo de tiempo resaltado por el Dr. Galindo, el haber conocido a muchos de los actores citados por él, el haber organizado y participado en encuentros con psicólogos mexicanos, me permiten al menos desde lo vivencial, aseverar que al leer el documento la memoria destella “flashbacks” que me obligan a asentir con el movimiento de la cabeza.

No obstante mi valoración excelente del trabajo, y considerando que “dictaminador” es un rol que supone los “sí” y los “no”, paso rápidamente a los segundos, ya que los primeros son contundentes e irreductibles por los segundos.

Es claro que es este un trabajo que pone con claridad sus intenciones (amplitudes, límites, etc.), pero conociendo otros trabajos del autor, se siente aquí un escrito de excesiva “imparcial pureza” sociopolítica. Como si el desarrollo del conductismo en México no hubiese tenido nada que ver con el intento de extensión hegemónica de la psicología norteamericana. Como si la SIP no hubiera nacida bajo bandera y pretensión ajenas a las ansias de los más preclaros pensadores mexicanos. Como si la argentinización psicoanalicista fuera el problema de la malsanidad del psicoanálisis y no su institucionalización a ultranza que dejaba afuera todo atisbo de compromiso (pregunten si no a la historia de Marie Langer).

Aún coincidiendo, aunque parcialmente, con el autor en que “el movimiento conductista moderniza a la psicología mexicana y le da un sitio distintivo en el mundo de lengua castellana … logra dar a la psicología un estatus moderno, aceptado y reconocido en la sociedad”, en el trabajo se extraña la no menos importante mirada crítica al conductismo, que por su expansión dogmática, su academización y su intento de hegemonizar una perspectiva como la ciencia misma, obstaculizó el desarrollo de un pensamiento menos positivista, más imbricado en la red de discusiones sociales y culturales de la sociedad mexicana, juzgó y sojuzgó a otras corrientes de pensamiento y de cierta manera se instituyó como “verdad oficial”.

Para fines de los ochenta, Emilio Ribes llegó a la Habana con un polo (pullover, chompa, no se como le llaman en México) que decía: “Soy conductista ¿y qué?” El analizador Ribes remite a un asunto que esperamos del autor en algún otro momento: ¿por qué siendo el conductismo, en la descripción del autor, tan cuasiperfecto, se diluyó en un mar de incapacidades, ortodoxias, falta de mirada social, etc.? ¿a quién construyó como su propio sepulturero?.

No creo, como dicen algunos, que recordar es volver a vivir (en muchos casos por suerte). Pero sin recuerdo no hay aprendizaje y el futuro corre el peligro de ser otra vez pasado. El lector tendrá en este trabajo la posibilidad de aprender, de afianzar, de reconstruir y sobre todo de avanzar en la construcción de una psicología para los mexicanos, la que México necesita, la que se merece luego de tantos años de pensamiento y acción.

VALORACIÓN del dictaminador: EXCELENTE.

No dejen de publicar el trabajo, aunque sea necesario buscar una variante de recondensación, compresión, etc.

Ana Mercês Bahia Bock dictaminó:

O artigo de Galindo é uma excelente retomada da História da Psicologia no México. Este tipo de revisão é importante quando se pretende fortalecer laços na Psicologia da América Latina, pois a divulgação e o conhecimento da Psicologia, principalmente de sua história,em toda A,L se torna fundamental. O artigo é claro e coerente. É bem escrito e cuidadoso. É riquíssimo em fontes e traz um bonito estudo das publicações mexicanas em Psicologia entre 1959 e 1990.

Deve ser publicado.

PARECER: APROVADO


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