Hacia la constucción de una historia de la Psicología de América Latina: El cambio de una Psicología Latinoamericana original e independiente a una dependiente

 

Jorge Molina Aviles

Facultad de Psicología
Universidad Nacional Autónoma de México

 

RESUMEN

Se plantea el trabajo como el inicio de una investigación que llevará a la construcción de una Historia de la Psicología en América latina, una de varias posibles, para lo que se parte de 4 preguntas  1- Podemos hablar de una Psicología de América latina. 2- La psicología que se hace en América latina coadyuva a dar identidad a los psicólogos latinoamericanos. 3- La psicología de está región es dependiente y apoya la dependencia de nuestros países y 4- Los factores que propiciaron el surgimiento de la psicología a nivel internacional, son los mismos que favorecieron la aparición de la psicología en América latina.

Para responder a las preguntas iniciamos caracterizando las categorías con las que vamos a trabajar: ¿Qué es Latinoamérica o América latina ( conceptos que usamos indistintamente), que identidad, aquí señalamos la importancia de que la psicología coadyuve a fortalecer la identidad de los psicólogos de esta región del mundo. También planteamos nuestra concepción de historia, afirmamos que el pasado a partir de preguntas hechas desde el presente, y como lo que estamos haciendo es historiar la psicología de América latino, tenemos que plantear que entendemos por psicología, y mas bien por psicología latinoamericana, además si cuestionamos si esta psicología es o no dependiente, debemos responder a que es dependencia.

Para responder adecuadamente a estas preguntas planteamos una epistemología constructivista hermenéutica. Finalmente como un ejemplo revisamos de manera breve un período de la historia de la psicología en algunos países para mostrar como se transitó de una psicología original e independiente a una supuestamente moderna y dependiente.

 

PARA A CONSTRUÇÃO DE UMA HISTÓRIA DA PSICOLOGIA DE AMÉRICA LATINA: A MUDANÇA DE UMA PSICOLOGIA LATINOAMERICANA ORIGINAL E INDEPEMDIENTE A UMA DEPEMDIENTE 

Resumo

O trabalho se considera como um começo de uma investigação que levará à construção de uma história da Psicologia em América Latina, uma de diversas possíveis, para o que se começa de quatro perguntas: 1 - podemos falar de uma Psicologia de América Latina. 2- A psicologia que nasce em América Latina ajuda a dar identidade aos psicólogos latinoamericanos. 3- A psicologia desta região é dependente e suporta a dependência de nossos países; e 4 - os fatores que causaram o nascimento da psicologia ao nível internacional, são os mesmos que favoreceram a aparência da psicologia em América Latina.

A fim de responder às perguntas nós iniciamos por caracterizar as categorias com que nós estamos trabalhando: O que é América Latina, essa identidade, aqui nós indicamos a importância da psicologia que ajuda a fortificar a identidade dos psicólogos desta região do mundo. Também nós levantamos nossa conceição da história, nós afirmamos que o passado das perguntas feitas do presente, e como qual nós estamos fazendo é a historiar a psicologia de América Latina, nós devemos levantar o que nós compreendemos pela psicologia, e por psicologia latinoamericana, além nós questionamos se esta psicologia é ou non é dependente, nós devemos responde sobre essa dependência.

A fim de responder apropriadamente a estas perguntas nós levantamos uma epistemologia construtivista hermenêutica. Finalmente como um exemplo, revimos de maneira breve, um período da história da psicologia em alguns países para mostrar como se mudo de uma psicologia original e independente a uma supostamente moderna e dependente. 

 

Towards a sketch of a history of Latin American Psychology: from an original and independent Latin American Psychology to a dependent one. 

ABSTRACT: This article is the first part of an investigation whose purpose is to sketch a History of Psychology in Latin America, one of those that are possible. Therefore, we start with four questions: 1- Is it possible to talk about a Latin American Psychology? 2- Does Latin American Psychology give an identity to Latin American psychologists? 3- Is this psychology dependent? and does it support the dependence of our countries? 4- Are the factors of psychology´s internationally appearance the same that contributed to the appearance of psychology in Latin America?

In order to answer these questions, we have to define the categories that we are going to work with. What is Latin America? What is identity? In this article we point out the importance of contribution of psychology in the identity of psychologists in this region. Besides, we establish our conception of history, we affirm the past since current questions. As we are making history of Latin American Psychology, we have to think about what psychology is and what Latin American Psychology is. Moreover, as we ask if this psychology is dependent or not, we have to define what dependence is.

To answer correctly to these questions, we are taking into account a constructivist hermeneutic epistemology. Finally, as an example, we review briefly a period of the history of psychology in some countries in order to demostrate how we pass from an original and independent psychology to one that is supposedly modern and dependent. 

 

INTRODUCCIÓN

Con este ensayo damos principio a una línea de investigación  que pretende construir una Historia de la Psicología de América Latina, este primer trabajo aunque incluye algunos datos, es más bien nuestro planteamiento teórico. Asentamos nuestra concepción de lo que significa historiar y planteamos que el historiar es un proceso, por tanto es continuo e interminable, la historia que elaboremos será siempre una de las varias posibles.

Para realizar investigaciones históricas, como para cualquier otra investigación, partimos de una o varias preguntas.  La investigación precisamente consiste en buscar las respuestas a la o las preguntas planteadas, el pasado que construyamos o reconstruyamos, dependerá de las preguntas hechas.  El pasado no es algo dado, sino que aparece construido cada vez que lo convocamos; un problema, una interrogante planteada desde el presente, es lo que convoca y delimita lo que del pasado aparecerá como significativo y lo que seleccionaremos como datos o desde nuestra concepción epistemológica más bien como constructos.

La originalidad de la historia de la psicología en Latinoamérica esta en el tipo de preguntas que formula, son preguntas que hacen visibles a los psicólogos de esta parte del mundo como sujetos históricos inmersos en una circunstancia particular que los conforma, a la vez que ellos actúan sobre ella.

Existen muchas preguntas respecto al nacimiento y desarrollo de la psicología en América Latina algunas de las que nos interesan e intentamos responder en este primer trabajo son:

1-¿Podemos hablar de una Psicología de América Latina? Existen puntos de contacto, y similitudes teóricas y prácticas para darle alguna unidad a la diversidad de la psicología en nuestra área geográfica.

2-¿La psicología que se hace en América Latina coadyuva a dar identidad a los Psicólogos latinoamericanos? O ¿Puede construirse una Historia de la Psicología en América latina que ayude a dar identidad a la psicología que practicamos?

3-¿La psicología que se hace en América latina es dependiente y  apoya la dependencia de nuestros países? y ¿se puede construir una psicología que ayude a la independencia.

4-¿Los factores que propiciaron el surgimiento de la psicóloga a nivel internacional (modernidad, urbanismo, industrialización, racionalismo filosófico, etc.) son los mismos que propiciaron la aparición de la psicología en nuestra región.

Una de las primeras ideas que planteamos es, que la Historia de la Psicología de América latina es un campo de conocimiento específico, dentro del campo más amplio de la Historia de la Psicología Universal, pero posee particularidades conceptuales, metodológicas e ideológicas que la hacen diferente, aunque comparta diversos aspectos con el campo más amplio del que forma parte: La psicología universal.

Dividiremos el trabajo en tres partes; la primera tiene que ver con  el que vamos a estudiar (delimitar y categorizar), en la segunda nos referimos a como lo vamos a hacer (metodología y epistemología) y finalmente argumentamos porque es importante construir una historia de la psicología de América latina.

Antes de iniciar el desarrollo de las partes mencionadas, plantearemos las premisas en las que sustentamos el trabajo, caracterizar las categorías con las que vamos a trabajar, cual es nuestra visión de historia. Adelantándonos diremos que vemos la historia como una construcción no como descubrimiento de hechos ocurridos en el pasado, nuestra epistemología rechaza el positivismo y se acerca a una hermenéutica constructivista. Desde luego otra categoría básica es la de Psicología, ¿la historia de que vamos a hacer?, para saber cuando surgen en nuestra área geográfica los primeros trabajos psicológicos, primero tenemos que aclarar, que entendemos por; lo psicológico. Otra categoría a delimitar, que parece obvia pero veremos que no lo es, se refiere a lo que entendemos por América latina, La historia de la psicología de que región geográfica vamos a hacer.

Así mismo, desde nuestro punto de vista no podemos hacer una historia de la psicología de América latina pretendidamente neutral, tenemos que asumir una postura, la nuestra sostiene la aceptación de que América latina es dependiente política, económica y culturalmente, y que la ciencia que se hace en esta parte del mundo y especialmente la psicología son dependientes, que incluso psicólogos progresistas copian modelos, teorías, metodologías acríticamente y se someten a los dictados de las metrópolis. Sostenemos también que una historia que destaque las aportaciones y valores de lo hecho en nuestra región, ayuda a recuperar el orgullo de ser psicólogo latinoamericano y producir una nueva identidad. Lo antes dicho que nos lleva a hablar de dependencia, si consideramos que la psicología que se hace en América latina es dependiente, entonces tendremos que decir que entendemos por dependencia y si consideramos que la psicología que se hace en esta región del mundo debe ayudar a la identidad de los latinoamericanos entonces identidad es otra categoría a delimitar.

La cuarta  de las preguntas que planteamos (los factores que propiciaron el surgimiento de la psicología en América latina) es muy importante, de acuerdo con Ovejero (1999), la psicología surge en la modernidad europea, en el siglo XVIII, se desarrolla en el siglo XIX y se consolida en el XX, los factores que propiciaron su surgimiento son; el proceso de industrialización, la urbanización, la búsqueda de la razón: por eso nos preguntamos son esos mismos factores los que influyeron en la aparición de la psicología en América Latina.

En la última parte del trabajo señalaremos la importancia que tiene construir una historia de la psicología de América latina, de que manera reconstruir nuestro pasado, con una visión no dependiente  será un fuerte apoyo para lograr la identidad de los psicólogos de los países de América latina.

 

CAPITULO  I

 LATINOAMERICA, HISTORIA,  PSICOLOGÍA E IDENTIDAD.

Hacer ciencia, especialmente Historia implica categorizar, puntuar, construir categorías, delimitar nuestro objeto de estudio. La primera categoría que nos interesa acotar es la de América latina que  como ya dijimos  párese obvia, pero no lo es, cuando pretendemos delimitar una región geográfica frecuentemente se habré un debate entre las categorías de sentido común, cotidianas y prácticas y las delimitaciones pretendidamente lógicas y científicas. En nuestro caso estos planteamientos son importantes dado que la búsqueda de los criterios “objetivos” de la identidad regional no nos deben hacer olvidar que en la práctica social, en la cotidianeidad, esos criterios constituyen el objeto de representaciones mentales, es decir de actos de percepción y de apreciación de conocimientos y de reconocimientos en los que los sujetos involucran sus intereses y sus creencias y construyen símbolos de su identidad, banderas, emblemas, etc.

Para entender nuestro interés en las clasificaciones geográficas, debemos decir que esta está relacionada con la identidad regional, nacional, étnica, etc. que significa por ejemplo, decir que eres Latinoamericano o latino, o mestizo, o mexicano o chiapaneco cuales son las representaciones que construimos al auto clasificarnos o al ser clasificados, ¿con que nos identificamos?

De acuerdo con Bordieu (1995), la etimología de la palabra región (regio), conduce al principio de la di-visión social que introduce por decreto una discontinuidad en la continuidad natural, trazar fronteras. Nadie puede sostener en nuestros días que existen criterios capaces de fundar clasificaciones naturales o fronteras naturales. La frontera no es otra cosa que el producto de una división que aunque pretenda aglutinar personas o características geográficas o étnicas semejantes, siempre será arbitraria , las categorías son más sociales que naturales.

En cuanto a la región geográfica llamada América latina o Latinoamérica, debemos iniciar diciendo que es una construcción relativamente reciente. La historia del continente tiene que ser dividida en dos debido a dos tipos de culturas europeas que se impusieron en el continente durante el siglo XVI: por una parte aquellas  culturas de origen anglosajón, que conforman lo que hoy conocemos como Estados Unidos de América, Canadá ( aunque hay regiones de habla francesa en ese país) y algunos otros territorios y la cultura latina que colonizó todo el sur de Norteamérica (México), Centroamérica, las Antillas mayores y toda la plataforma continental de Suramérica, especialmente por parte de España y Portugal.

El término Latinoamérica fue introducido por primera vez por el Imperio Francés de Napoleón III, durante la invasión francesa de México con la idea de incluir a Francia entre los países con influencia en América. El término ha ido evolucionando para comprender un concepto de características culturales, étnicas, políticas, económicas y lingüísticas, similares.

No es fácil delimitar la región de Latinoamérica si se refiere a las regiones de América donde se hablan lenguas latinas, es decir lenguas romances derivadas del latín (español, francés, portugués), entonces partes de Canadá donde se habla francés o de Estados Unidos donde el español es oficial (Texas, California, Nuevo México, etc.) serían Latinoamérica y nosotros no lo consideramos así, por que además de el idioma, la cultura es factor de identidad, por otra parte los afro americanos que viven en los países de la región adquirieron la cultura latina. Además hay que considerar las islas del caribe donde se habla ingles u holandés e incluso de América central (Belice) donde se habla ingles. Así mismo debemos considerar que los indígenas de nuestra región pueden no hablar ninguna lengua latina .El primer acto de integración y de identidad latinoamericana, más que del idioma se da en la conciencia común de la liberación de los países europeos, esta acción y la consecuente conciencia común derivada de ella, contribuyen a un primer intento de integración cultural y un asomo de los primeros rasgos de identidad latinoamericana.

Pero este vestigio de unidad histórica y temática, pese a su importancia no es suficiente para estructurar la identidad de América Latina, para eso será necesario también la unificación y articulación de diversos elementos sociales, económicos políticos, culturales y científicos, de allá la relevancia de la integración de la Psicología Latinoamericana.

Para nuestros fines, Usamos el termino Latinoamérica o América latina, para referirnos a todos los territorios que parten del  sur de los Estados Unidos a partir del Rió Bravo y se extienden hasta la Patagonia, lo que incluye a 21 países y 7 dependencias, entre ellos se observa gran variedad lingüística, étnicas sociales y políticas, por lo que no se puede hablar de un bloque uniforme, pero que también comparten historias comunes, como las de haber sido colonia, similitudes culturales, económicas y políticas. Pero sobre todo los términos Latinoamérica o América latina son aceptados por la población de los países a que se refiere.  Nuestra postura esta más vinculada  con aspectos antropológicos y sociológico que al solamente lingüístico.

Una vez habiendo planteado que entendemos por América latina, pasamos a plantear  si hay y como se dado la identidad de los latinoamericanos, pero primero: ¿Qué es identidad? Y que es identidad latinoamericana.

Las identidades (Bejar y Capello 1990) son marbetes, nombres y categorías a través de las cuales las personas se dirigen unas a otras y a ellas mismas. Así. Las identidades se originan en significados institucionalizados, construidos socialmente y objetivados. Operan como compromisos y son negociados y manifestados por personas que los experimentan como realidades tanto subjetivas como objetivas.

Es necesario distinguir entre una identidad social, como la identidad latinoamericana y una nacional como la guatemalteca, boliviana o mexicana. La primera es una característica psicológica del individuo que le permite diferenciarse de los demás individuos, mientras que la segunda es una atribución socio psicológica que permite a los ciudadanos reconocerse como una entidad colectiva llamada “nación”.

Las naciones latinoamericanas actuales son pueblos nuevos, a pesar de sus antecedentes indígenas y europeos. Las particularidades formales que los identifican son su aceptación de la cultura criolla, el mestizaje europeo, indígena, africano.

La base más firme de una identidad común del subcontinente latinoamericano es su aceptación de ser parte de la cultura latina y el reconocerse como pueblos nuevos.

La identidad latinoamericana no se construyo fácilmente, los europeos racistas justificaban la explotación de los indígenas y mestizos basados en una supuesta superioridad racial. Pero algunos latinoamericanos Rodó , Vasconcelos , Reyes, se manifestaron en contra, consideraron  que los pueblos criollos de Latinoamérica eran los depositarios de los mejores valores de la tradición humanista latina en oposición  al “materialismo anglosajón”. Plantearon que el destino de Latinoamérica sería impulsar el espiritualismo, la creatividad y el arte. Vasconcelos incluso plantea que el mestizaje, contrariamente a lo que suponen los racistas, permite que los pueblos combinen lo mejor de los grupos contribuyentes, esta forma de pensar contribuyo a lograr la identidad y el orgullo de ser latinoamericano.

Existe una identidad personal, el reconocimiento de un espacio personal, su frontera subjetiva de acciones particulares y el destino que espera de acuerdo con sus aspiraciones habilidades y defectos en el ambiente social en que se ubica, le permite construir el concepto de su mismidad. Sin embargo la ecuación que la persona tiene que despejar para llegar a ese estado de reconocimiento particular, incluye un conjunto de relaciones en las cuales se consideran no sólo aspectos de si mismo, sino también de otros. Solo puedo lograr mi identidad personal, si poseo una grupal. La identidad alcanza su nivel de madurez, cuando el individuo expresa su voluntad para participar concientemente dentro del grupo. Éste nivel de identidad logrado es el hace que un mismo rol social sea asumido. Decir soy latinoamericano  y me solidarizo con los latinoamericanos y coincido con quienes habitan esta región. De esta identidad puede surgir el planteamiento: Quiero una psicología que ayude a mejorar la calidad de vida de los latinoamericanos, si no hay identidad, cada quien trabaja individualmente para su beneficio personal, La identidad es necesaria y es previa a la solidaridad.

La identidad (Montero 1984), cae en el grupo de los conceptos que hacen referencia a procesos cognoscitivos, mediadores no directamente mensurables aprensibles solamente mediante acciones consecuenciales (verbalizaciones, gestos, acciones específicas). Identidad entonces se refiere al conjunto de significaciones, representaciones relativamente permanentes a través del tiempo que permiten a los miembros de un grupo social, que comparten una historia y un territorio común, así como otros elementos socioculturales, tales como un lenguaje, una religión, costumbres e instituciones sociales, reconocerse como relacionados los unos con los otros.

La identidad tiene polo positivo y polo negativo identificar al latinoamericano  con los estereotipos que se construyen en Europa o los Estados Unidos, es asumir el polo negativo, estos estereotipos nos señalan como; emotivos en lugar de ser racionales, flojos, habladores, deshonestos, irresponsables. Pensamos que nuestra tarea como psicólogos es cambiar esta identidad y rescatar lo mejor de nuestras características, La psicología latinoamericana al ser dependiente de la psicología europea u estadounidense, toma las teorías de esas regiones en las que las características de asiáticos, negros, colonizadas, latinoamericanas, son señaladas como lo negativo. Algunos ejemplos de esas teorías que analiza Mariza Montero son: La teoría de Rotter sobre Locus de control interno o externo, en la que se señala que el foco de control externo valorado negativamente, predomina en las mujeres, los pobres y los habitantes del tercer mundo, no se analizan causas, y menos se ve la parte positiva de esta característica .Lo mismo ocurre con la teoría de Witkin de los estilos cognitivos, señalando que los subdesarrollados son más dependientes del campo y se dejan influir por las propiedades dominantes del medio, en vez de pretender cambiarlo como los habitantes del primer mundo. En general muchas teorías psicológicas elaboradas en las metrópolis siguen centradas en un individualismo, buscan en el  sujeto individual las causas de la pobreza y consideran a la persona pobre responsable de que viva esa situación, Los historiadores de la psicología que se practica en América latina, debemos enfatizar y rescatar teorías y prácticas en donde quedan claros factores históricos, sociales políticos y económicos que explican la pobreza y analizar que tipo de teorías ayudan a romper la desesperanza aprendida como podemos cambiar de la resignación del tipo, ya ni modo, a si se puede.

Los latinoamericanos debemos elaborar teorías que rescaten nuestros valores que nos sintamos orgullosos de nuestras características, para eso hay que romper la dependencia ideológica que nos encadena a los países europeos y  a los Estados Unidos.

Nuestra tarea entonces es construir el orgullo latinoamericano, que los habitantes de Latinoamérica sepamos que ser latino es bueno, deseable. Que los latinoamericanos somos inteligentes productivos, creativos, que hemos superado situaciones muy adversas, tenemos que connotar positivamente muchas de nuestras acciones. Especialmente en el caso de los psicólogos y las psicólogas de América latina , primer conocer la producción psicológica, después reconocerla. Citarla, usarla en las clases, no hacer lo que se ha venido haciendo citar puros psicólogos estadounidenses o europeos y  aunque nuestros coterráneos tengan escritos iguales o mejores, por celos o envidias no citarlos.

En este punto coincidiría con algunos postmodernos  que plantean romper la idea de que progresar para un país significa copiar a los países industrializados y parecernos cada vez más a ellos, que hay desarrollos alternativos, diferentes pero no menos importantes.

Habiendo caracterizado aunque sea incipientemente la identidad y su importancia,  hablemos de lo que vamos a entender por Historia.

Comenzamos diciendo que consideramos que no existe un único pasado sino tantos como interrogantes elaboremos, las interrogantes se construyen desde el presente, por lo que el pasado se construye desde el presente y  se podría definir como aquello que es relevante y significativo a las preguntas que hayamos elaborado, de ahí nuestro énfasis en el concepto de historiar, más que en el de historia.

Congruentes con lo anterior, la tarea de historiar implica, construir o reconstruir a partir de una investigación, lo que resulta significativo a las preguntas planteadas. Es imposible historiar sin tener interrogantes en mente; la elección de los temas, áreas, personajes, períodos, problemas. Dependerá de lo que estamos buscando, los que consideremos “hechos históricos, adquirirán esa categoría solo si son significativos, si ayudan a contestar nuestras preguntas.

Es el presente el que remite al pasado, las preguntas las hacemos siempre en el presente, y el pasado cambia dependiendo de lo que estamos buscando, no podemos “ver” el pasado si no es con los ojos del presente. Por ejemplo, las historias o historiografías de la psicología que se escribieron durante la época del dominio del conductismo, construía un W. Wundt diferente al W. Wundt que construyen los cognoscitivitas actuales. Aunque también es cierto que el presente no se puede entender sin conocer el pasado, la historia implica siempre una dialéctica pasado- presente.

Concebimos la historia como construida a partir de un núcleo de interrogantes formulados desde el estado del arte de la disciplina a historiar, en este caso del conocimiento de la psicología que se hace en América latina únicamente quien conozca de psicología en ésta  área geográfica podré formular preguntas pertinentes y relevantes para la comunidad de los psicólogos latinoamericanos. En este sentido la historia no es la descripción del pasado, sino su construcción desde el presente. Rompemos con la propuesta positivista que plantea que hacer historia, es describir, develar los hechos (sin comillas) que ocurrieron en el pasado y describir sin interpretar nada. Nuestro punto de vista por el contrario plantea que siempre es desde el presente que vemos el pasado y que cada época construye diferentes visiones de períodos pasados, que no describimos, sino que interpretamos. Como vemos, la hermenéutica y el constructivismo son parte importante de nuestra epistemología.

Desde luego partimos de que hay un pasado, lo que queremos enfatizar, es que no es posible, descubrirlo y describirlo tal como ocurrió, que el pasado como cualquier otro objeto de conocimiento, es visto por un sujeto, con una cultura, unos valores, una historia personal, una experiencia, lo que implica siempre una interpretación, nadie ve el objeto como es, siempre hay una interpretación. No existe la única y verdadera historia, cualquier historia de nosotros mismos, de nuestro país o de la psicología, es una de las varias posibles.

Habiendo delimitado lo que entendemos por América latina, por identidad y nuestra concepción de historia, pasamos a una categoría central, precisamente la de Psicología. En primer lugar nos ubicaremos temporalmente, a partir de cuando vamos a considerar que existe la psicología como disciplina independiente, en este sentido tendremos que recurrir a la multicitada frase que Boring atribuye a Ebbinhaus referente a que” la psicología tiene un largo pasado pero una corta historia”, refiriéndose a que explicaciones de por que las personas, sientes, piensan o actúan  de la manera en que lo hacen, han existido desde épocas inmemoriales, pero explicaciones sistemáticas y apoyadas en un método, son relativamente recientes. La psicología como la concebimos en la actualidad es producto de la modernidad europea (Ovejero 1999), especialmente del siglo de las luces, de la industrialización, por lo que aceptamos por razones prácticas, el laboratorio de Wundt como punto de partida de la Psicología científica, estamos claros que cuando se dice que la psicología científica se inicio en el laboratorio de Wundt se asume una posición epistemológica, diríamos nosotros, en todo caso se inicia un tipo de psicología, no LA PSICOLOGIA,. Sin embargo es a partir de ese momento que proliferan; cátedras de psicología, escuelas, laboratorios, publicaciones y sobre todo teorías y sistemas psicológicos que van configurando tradiciones psicológicas (gestaltismo, conductismo, psicoanálisis, cognoscitivismo, etc.). Y es también a partir de la segunda mitad del siglo XIX  que en América Latina aparecen cátedras, traducciones de libros de psicología, escuelas, laboratorios y aplicaciones de la naciente ciencia.

Entonces con la mayoría de los países de la región independientes políticamente, pero con una gran dependencia económica y cultural de Europa y los Estados Unidos se inicia la psicología en América latina. Desde luego hay muchos y variados antecedentes, pero difícilmente algunas prácticas que realizaban las comunidades prehispánicas y que tenían que ver con lo que ahora llamamos psicología pueden considerarse como parte de la psicología, lo mismo podemos decir de la filosofía escolástica que trajeron los colonizadores.

En éste trabajo vanos entender a la psicología de forma amplia, todo lo que en la actualidad de enseña en las escuelas y facultades de psicología de la región, que estén reconocidas por los respectivos gobiernos, será lo que historiemos abarcaremos desde la psicofisiología, hasta la psicosociología, desde el conductismo hasta el psicoanálisis, igual hablaremos de psicometría que de psicofarmacología, de psicología clínica como de laboral, educacional, social o experimental, e incluso nos referiremos a las nuevas tendencias que llegan a nuestros países; constructivismo, construccionismo social, psicología postmoderna.

Historiar la Psicología que se hace en América latina,  como toda elaboración social, no es neutral, esta afirmación da pie para hablar de la otra categoría conceptual que queremos revisar; la de dependencia. Si hacemos una revisión de la historia universal de la psicología, Latinoamérica punto menos que no aparece, no por que no se hayan hecho cosas importantes en nuestra región, sino por que se hace la historia de los países dominantes y de las corrientes psicológicas hegemónicas de esos países, la psicología crítica, la psicología hecha por afro americanos, mujeres o latinos, punto menos que no aparece.

Estamos de acuerdo con Carolina de la Torre (1994), cuando afirma que existe una pugna entre la dependencia y la identidad en la historia del pensamiento psicológico en América latina. Nosotros tomamos postura a este respecto, tratamos de que la psicología latinoamericana juegue un papel integrador, procuramos que la historia que construyamos ayude a lograr la identidad de los psicólogos y que esta identidad propicie romper con la dependencia que históricamente ha manifestado nuestra psicología. Pretendemos un universalismo no dependiente, consideramos que la identidad latinoamericana actual, implica un pensamiento y un actuar independiente y anticolonialista.

Pienso que el momento actual por el que atraviesa América latina es adecuado para avanzar en la construcción de la identidad, los últimos años han visto aparecer en muchos países del continente gobiernos democráticos y progresistas, que no obstante su gran variedad aceptan una libertad académica que no existía en los años 60 y 70 del siglo pasado, así mismo han surgido eventos y organizaciones de psicólogos que han permitido un intercambio y una concientización del problema de la dependencia, y la búsqueda de alternativas.

 

CAPITULO II

UNA NUEVA EPISTEMOLOGÍA PARA CONSTUIR UNA NUEVA HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA DE AMÉRICA LATINA.

Hay varios pasados posibles, cualquier historia de la psicología, es una de las varias posibles, por eso hablamos de historias más que de hacer la historia, hacer historia parece algo definitivo, parece que se descubre algo eterno e inmutable, la verdad. En cambio historiar es un proceso inacabable, esta afirmación muestra nuestra concepción epistemológica.

Las historias e historiografías de la psicología que se han elaborado, casi todas dependientes y positivistas, frecuentemente han actuado como tranquilizadoras sociales, la ciencia en general y desde luego la psicolgía, se presenta como parte de un universo mecánico, manipulable y predecible  incluida la conducta y la mente humana, se buscan leyes universales que permiten controlar y predecir la caída de los cuerpos o el comportamiento humano .Desde finales del siglo pasado se consolidan paradigmas alternativos que critican las posturas absolutistas tanto en política como en ciencia, no aceptan la explicación única, la verdad absoluta, la única democracia. En el siglo XXI se requiere creemos nosotros, imperiosamente  otras visiones y otras narraciones que permitan desplegar la actividad subjetiva y la transformación del mundo experiencial, que nos permita concebir y construir una nueva y mejor América latina. Que los psicólogos de esta parte del mundo tomemos lo mejor de la psicología universal y le agreguemos nuestra creatividad, el conocimiento que tenemos de los habitantes de nuestra región y usemos la psicología para construir un mejor mundo.

La lógica de la simplicidad ha dejado de ser funcional, por lo que precisamos de nuevas herramientas conceptuales que nos permitan pensar de una manera no lineal, reconocer que el sujeto participa en la construcción del objeto y que el propio sujeto es construido en la interacción con la sociedad que habita. Las nuevas concepciones ponen  en cuestión los mitos de la objetividad y la neutralidad del científico. Nuestra tarea no es, por que no es posible solo describir el pasado, sino rescatar aquellos hechos que nos identifican, nos enorgullecen, nos independizan.

Partimos de la idea de que el mundo en que vivimos, no es un mundo abstracto, un contexto pasivo, sino nuestra propia creación simbólica-vivencial. Sin embargo, que nuestras ideas del mundo sean construcciones, no quiere decir que el universo o la realidad sean objetos mentales, sino que al conocer no podemos desconectar nuestras propias categorías de conocimiento, nuestra experiencia y nuestras percepciones. Rechazamos los planteamientos simplificadores y reduccionistas, aceptamos los de la complejidad.

La historia es una dinámica, un equilibrio entre el individuo en nuestro caso el psicólogo y la sociedad, no aceptamos los estructuralismos que pretenden que el sujeto es un títere de su sistema social, ni en el individualismo que considera que el sujeto psicólogo produce, piensa, concibe independientemente de la sociedad en la que vive, planteamos una dialéctica individuo sociedad, en nuestro caso estudiamos la producción de los psicólogos enmarcada en su contexto, nos interesa conocer como la psicología afecta a la sociedad en que se da, y como la sociedad influye en la psicología que se hace en un lugar y momento determinado.

 

CAPITULO III

EL TRÁNSITO DE UNA PSICOLOGIA ORIGINAL E INDEPENDIENTE A UNA PSICOLOGÍA DEPENDIENTE.

Existe un consenso entre la mayor parte de los investigadores latinoamericanos respecto a que las ciencias sociales de la región asumieron unas características institucionales y dependientes después de la segunda guerra mundial, bajo la influencia del pensamiento occidental Euro americano. Hasta antes de ese período se tenía la prevalencia de un pensamiento latinoamericano liberal muy identificado con la región.

El pensamiento psicológico, desde la lucha por la libertad de las colonias y el desarrollo independiente de las nuevas repúblicas, aparece junto con la nacionalidad y la conciencia nacional las primeras manifestaciones de una psicología independiente, cuyo objeto es el hombre, sus características psicológicas, su desarrollo sano y su formación plena para la vida.(De la Torre 1994).

Como decíamos al principio este es el primero de una serie de trabajos acerca de la historia de la psicología en Latinoamérica, y estamos planteando nuestra concepción general, por lo que no profundizaremos en los datos y constructor,  sin embargo, para mostrar el cambio de una psicología interesada en los hombres y mujeres latinoamericanas a la pretendida universalización, que en realidad fue sumisión, ponemos los siguientes ejemplos tomados de De la Torre:  Los nombres de Benito Díaz de Gamarra Jose Ignacio Bartolache, Enrique Aragón Ezequiel Chávez en México; Los de Francisco José de Caldas y Proto Gómez en Colombia; el de Eugenio Martines, en Puerto Rico; Y los de José de la Luz y Caballero, José Martí y Enrique José Varona en Cuba, por solo citar algunos, ilustran la riqueza, universalidad y originalidad de la naciente psicología.

Sin embargo en los libros de Historia de la Psicología universal no encontramos citados a ninguno de ellos y no hay continuidad de su obra, no obstante que en muchos casos fue pionera como la descripción clara de los síntomas histéricos realizada en 1772 por el médico mexicano Bartolache en su obra “Avisos acerca del mal histérico llamado latido”. Publicado en una de las primeras publicaciones científicas del continente .

En Cuba en el siglo XIX, el presbítero independentista Félix Varela expone ideas muy propias en torno a la naturaleza y los métodos del conocimiento humano, estudia las sensaciones con una visión de vanguardia.

Desde el siglo XIX y siguiendo con las citas de Carolina de la Torre, En Argentina, México, Ecuador, Colombia, Bolivia, Perú, Venezuela y Cuba, entre otros países, se encuentran trabajos en los cuales se trata el tema del nacionalismo y del carácter nacional, y aparecen los primeros estudios acerca de la Psicología Social. Estos trabajos tampoco son citados por la bibliografía internacional. Si queremos que la psicología ayude a lograr la identidad latinoamericana, tenemos que rescatar estos magníficos trabajos, aprenderlos, enseñarlos y profundizar en esas investigaciones. Ejemplos de estor trabajos son: el publicado en 1808 por José de Caldas titulado, “Del influjo del clima sobre los seres organizados, el de Ezequiel Chávez  publicado en 1901“Ensayo sobre los rasgos distintivos de la sensibilidad como factor del carácter del mexicano” El del Argentino Octavio Bunge que publico en 1903 “Nuestra América. Ensayo de Psicología Social”.

No se puede concluirle período sin hacer referencia otros grandes psicólogos (con titulo o sin el) quienes consolidaron y divulgaron el conocimiento universal y nacional sobre lo psicológico y además lograron aplicarlo a diversas esferas, y marcan una ruta que desgraciadamente la hegemonía estadounidense, el poder de las burguesías criollas desvió y nos vendió como lo moderno, lo científico, únicamente el uso de métodos cuantitativos “neutrales y “ objetivos” sin asumir posiciones nacionalistas y regionalistas.

Junto a Ezequiel Chávez, Carlos Octavio Bunge, Horacio Piñeiro y otros, los nombres de Enrique José Varona de Cuba y José Ingenieros de Argentina, encabezan la relación de quienes cierran este primer gran período de gestación y nacimiento de una psicología latinoamericana, que sin dejar de ser universal, supo responder a las necesidades de la región y, son una muestra de que sin renunciar al conocimiento de la psicología de los países desarrollados, podemos producir una psicología original, creativa, humanista  práctica y efectiva. que nos integre, que responda a nuestras necesidades y nos ponga en el mapa de la psicología universal.

¿PODEMOS HABLAR DE UNA PSICOLOGIA DE AMERICA LATINA? Esta es la primera pregunta que nos formulamos y la respuesta que espero haya quedad clara después de lo dicho,  es que sí, pero no es tan simple: asumimos que  la Psicología latinoamericana o de América latina términos que como habrán notado usamos indistintamente, es tanto una perspectiva como una alternativa, perspectiva y alternativa universal y el comportamiento, emociones y cogniciones de las y los latinoamericanos como parte de ese universo.

Las críticas sobre la posibilidad, validez o utilidad de una psicología latinoamericana  asume como fundamento teórico la universalidad, del que hacer psicológico, tal universalidad desaparecería desde el momento en que ésta viniese calificada por un adjetivo que entrañara la reducción espacio-temporal.

Desde este punto de vista, la renuncia a la universalidad significaría una forma de auto coloniaje, pues tales serían los efectos producidos por la no participación en el desarrollo del pensamiento universal y, consecuentemente por la provincialización del que hacer psicológico. Esta marginación voluntaria nos haría colonizados por nuestras propias acciones.
Las anteriores son críticas teóricas, otras se refieren al desarrollo de la psicología latinoamericana, plantean una imposibilidad transitoria, es decir en un momento dado podría no existir la suficiente producción original de la psicología latinoamericana, pero en el futuro dependiendo de la producción se podrían alcanzar las condiciones para contar con una psicología latinoamericana.

Contestando a las críticas diremos lo siguiente; Si con el concepto y función del termino”psicología latinoamericana”, se pretende hacer una psicología para los latinoamericanos o enclaustrarla en fronteras o limitarla a temas específicos relevantes solamente para la región, o trasformarla en una subdisciplina  de las ciencias sociales, estas críticas estarían fundamentadas. Pero si el concepto no contiene una proposición de auto limitación temática, ni pretende que los psicólogos latinoamericanos hablen de una psicología latinoamericana propia como quien habla de su propiedad cercada, en ese caso la crítica no es valida.

La Psicología Latinoamericana surge copiando fielmente a la europea, surge en los países que inician una industrialización y una urbanización, pero mientras que en Europa con el renacimiento surge el antropocentrismo y el nuevo humanismo, sobre la base del hombre de razón, que sustituye al hombre de la fe de la edad media. Posteriormente el racionalismo cartesiano establecerá el comienzo y la naturaleza de la edad moderna, iniciándose el dominio de la razón sobre todas las demás expresiones humanas. En América Latina esta situación no se ha producido. Nosotros no hemos tenido racionalismo, como dice Octavio paz no hemos tenido siglo XVIII que fue el siglo de la consolidación y desarrollo en Europa del pensamiento racional. América latina debe llenar este vació y desarrollar una psicología crítica, sin separarse de la razón, pero no necesariamente la razón de la ilustración, sino una razón social más que individual.

Hablar de una Psicología latinoamericana, no significa hablar de una psicología para América latina, representa más bien la posibilidad de una visión crítica y universal, una alternativa dentro de una situación histórica.

Como dice Serrano ( 1987), adoptar una conciencia de situación no es caer en una nueva forma de auto coloniaje; por el contrario es saber en crisis lo que hasta hoy se tenia como valido .América latina vive momentos especiales, inéditos, la psicología que se produce debe reflejar esa situación. La conciencia que están tomando los habitantes de América latina se debe reflejar en la psicología y la psicología ayudar a la concientización. El psicólogo como sujeto cognoscente, no debe estar desde afuera viendo a la sociedad latinoamericana como su objeto de conocimiento, el psicólogo es sujeto y objeto observa desde adentro, se involucra y participa en el cambio, nuestra psicología no puede ser positivista.

La ciencia moderna es la primera expresión histórica del racionalismo, la primera forma de relación entre la razón y la historia. La técnica es el resultado de la aplicación de la ciencia a los requerimientos de la realidad. A través de la ciencia, el racionalismo se encarna en la historia. La elaboración científica y tecnológica comienza progresivamente a dar respuesta a las demandas de la sociedad industrial. Pero así como la ciencia se introduce  en la sociedad como categoría, esta se introduce en la ciencia como ideología. .

De esta forma dialécticamente, el racionalismo da paso al positivismo, el método deductivo, el método inductivo, El positivismo es una forma de racionalismo objetivado, es la ciencia de la sociedad capitalista que ha producido también al liberalismo y neoliberalismo como su forma de expresión jurídico-política.

Por todo lo anterior debe quedar claro que si es posible una psicología latinoamericana integradora, siempre y cuando dejemos de copiar epistemologías, metodologías, teorías, debemos desde luego conocer todas y ser críticos al aplicarlas y desarrollar como hicieron los psicólogos de antes de la 2° guerra mundial  explicaciones y aplicaciones, pensando en las necesidades psicológicas de los hombres y mujeres del subcontinente.

 

CONCLUSIONES

Hemos dicho y reiteramos que este es el primero de una serie de trabajos que nos lleven, espero que en compañía de colegas de la región, a elaborar  una psicología latinoamericana comprometida, concluimos que si es posible construir esa psicología que hay antecedentes importantes, que permiten historiar esos períodos importantes, debemos analizar más profundamente el por que de las características de la psicología que se hace actualmente. Proponemos que para que la psicología y su historia jueguen un papel que coadyuve a la integración, identidad e independencia, debemos conocer lo que se ha hecho rescatarlo y en casos de que sea valiosa continuarla. Planteamos que los psicólogos latinoamericanos son conocedores, capaces y creativos y hay que luchar por conseguir las condiciones que permitan construir una autentica universal y original psicología latinoamericana. Una psicología cohesionada, preocupada por convertir a la psicología en una disciplina que tenga un impacto positivo sobre los habitantes de nuestros países.

En el siglo XIX y primera mitad del XX, autores latinoamericanos que trabajaron en psicología,  aunque no tenían titulo de psicólogo, tenían una gran preocupación por conocer las características psicológicas de los habitantes de nuestra región y por usar la psicología para mejorar su calidad de vida, es a partir de la segunda guerra mundial, que se da una homogeneización, que las potencias dictan que es científico, que debes hacer para ser reconocido por la comunidad científica metropolitana, esto hace que se abandone la originalidad, se copie y se vaya atrás de los de los teóricos de los países desarrollados, que se haga una psicología dependiente, pero  pensamos que es el momento de retomar nuestra originalidad, sin perder la universalidad, y  hacer una psicología dirigida a coadyuvar a resolver nuestros problemas, esto logrará además el reconocimiento de la psicología que hacemos en esta parte del mundo.

 

BIBLIOGRAFIA.

1- Bejar, N.R. y Capello H.M. 1990, Bases teóricas y metodológicas en el estudio de la Identidad y el carácter nacional. Editorial, Universidad Nacional Autónoma de México.

2- De la Torre, C. 1995, Psicología Latinoamericana. Publicaciones puertorriqueñas. San Juan Puerto Rico.

3- Bourdieu, P. 1995, La identidad y la representación. Elementos para una reflexión Crítica sobre la idea de región. En : Ciencia Ergo sum. Revista de la Universidad Autónoma del Estado de México.

4- Montero, M. 1984  Ideología, alienación e identidad nacional. Universidad Central de Venezuela.

5-Ovejero, B.A. 1999, La nueva Psicología Social y la actual postmodernidad.
Universidad de Oviedo. España

6-Serrano C.A.1987, Filosofía y Crisis. Universidad Nacional Autónoma de México

7- Sotelo V.A. 1996 La crisis de los paradigmas y la teoría de la dependencia en  América Latina. En: Revista Dialéctica, año 19 número 28, Invierno 95/96. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. México.